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Teatro

  • Jose A. Ruiz
  • 25 feb 2019
  • 1 Min. de lectura

Teatro

El Teatro, desde los principios en la historia de la humanidad ha servido para poder expresar todo aquello que está en nuestro interior, que necesita ser expresado y que pulsa con gran fuerza para encontrar su salida al mundo:

-Las pasiones mas inconfesables.

-Los sueños que no sabemos hacia dónde van. ¿qué me vienen a decir?.

-Los deseos más ocultos.

-Los secretos que necesitan ser confesados.

-Las cuestiones pendientes que cargan la mochila interior.

-La animalidad desterrada.

-Los instintos que se agarrotan

-La duda existencial

-El anhelo de volver a aquello que fui una vez.

Por medio del Teatro el ser humano puede explorar otras vidas, otros personaje que no son más que reflejos de sí mismo, de esas partes alienadas, de esas facetas que mantenemos escondidas en compartimentos estancos como en una cómoda  llena de pequeños cajoncitos y en cada uno de ellos, separados de uno en uno, todo el abanico de registros , de posibilidades humanas de relación que también pulsan con fuerza por encontrar salida a la expresión, hacia el fin de su existencia y aportar al hecho creador que es la misma vida.

Porque al final , aquello que no es expresado no existe realmente.

 
 
 

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