El Carácter del Actor
Vs
El Carácter del Personaje

El carácter y el Actor

¿Qué es el carácter?
El carácteres esa parte de nuestra personalidad que mostramos al mundo, la forma en que funcionamos y que los demás pueden observar manifiestamente de nosotros.
Es aquello con lo que hemos aprendido a sobrevivir, como nos hemos construido al ir atravesando nuestras diferentes etapas evolutivas.
Es una forma de comportamiento con la que nos hemos identificado y con la que hemos aprendido a funcionar en el mundo, limitándonos en nuestra capacidad creativa y en nuestra espontaneidad.
Es en el cotidiano del trabajo actoral aquello con lo que tenemos que bregar porque son nuestros límites, aquello que nos encorseta, aquello que nos impide mostrarnos libremente y acceder a sentir con fluidez, los bloqueos que nos impiden acceder a nuestras emociones y sensaciones más genuinos y auténticos y por lo tanto el obstáculo para su expresión, objetivo y misión de nuestro oficio de actores.
El carácter es una función que se desarrolla desde la infancia, desde el momento del nacimiento que tiene por misión adaptar al individuo a la sociedad. Y, a la vez, defenderle de las frustraciones, las agresiones que puedan venir del ambiente. Pero, como esta función se origina, fundamentalmente, durante los 7 primeros años de vida, en el adulto queda obsoleta, anticuada, y seguimos manteniendo pautas de relación, ya como adultos, que son infantiles. De modo que, lo que en el niño sirvió para adaptarlo, en el adulto puede llegar a ser des-adaptativo y disfuncional.
Es necesario soltarnos de estas defensas y crear una manera nueva de relacionarnos con nosotros mismos y con el medio
El caráctercumple una doble misión, la de protegernos y la de adaptarnos al medio externo, pero el precio que pagamos al quedarnos pegados ya como adultos a aquellos rasgos caracteriales que en un principio entendimos que se nos exigió, es el de empobrecernos en el rico abanico de posibilidades y capacidades que todos tenemos y estas queden oscurecidas e incluso juzgadas.
Nos decimos “esto no soy yo”, y así nos negamos la posibilidad de ser.
Y en el caso del actor surge la dificultad de poder experimentar y entregarse a otras formas de ver el mundo más allá de la sesgada mirada que le permite su propio carácter.
En general se cree que nacemos con un determinado carácter; no es cierto, construimos el carácter por el roce y la necesidad de adaptarnos al mundo exterior.
Según como hayamos vivido esas experiencias así cristalizará nuestro carácter y así influirá en la manera de funcionar. A mayor y más temprana experiencia traumática más funcional o disfuncional será.
La función que desempeña el carácter, nos posibilita y nos ayuda a adaptarnos, nos evita sufrimientos y también nos los procura, y a lo largo de la vida se va convirtiendo en una especie de armadura que nos impide el contacto real con nosotros mismos y con el resto de las personas.
Nos relacionamos de carácter a carácter, como unos caballeros medievales se relacionarían abrazándose con la armadura puesta, de coraza a coraza.
Difícil que haya un verdadero contacto.
Cuando estamos en situaciones de no estrés, en situaciones de intimidad podemos relativamente relajar el carácter y establecer contactos algo más íntimos, pero cuando estamos en situaciones normales y habituales, la relación es de carácter a carácter, no de ser a ser.

Objetivos
El objetivo fundamental es dotar al participante en el taller, al actor, de herramientas y de experiencias (se trata sobre todo de un trabajo vivencial) en donde pueda saber más de la influencia que tiene el propio carácter en su trabajo y en su vida.
Para ello el actor tras el curso tendrá una mayor orientación de cuál es su propio carácter tras haber visto las diferentes tipologías de caracteres según la bioenergética de Reich y Lowen.
Conociendo y vivenciando por medio de la experiencia el propio carácter podremos acceder mejor al conocimiento de los demás caracteres, por otra parte información muy valiosa para la creación de personajes.
El actor cuanto más libre de su forma de funcionamiento mecánico, manifestado en bloqueos energéticos corporales, será más capaz de interpretar fluidamente y tener acceso a su organicidad.
Para tener libertad personal es necesario conocernos.
Es a través del autoconocimiento como podemos ir obteniendo parcelas de libertad, porque ser más libre es ser más objetivo.
Podemos ir obteniendo parcelas de libertad a través de potenciar y de ocuparnos del conocimiento de nosotros mismos
Tener información veraz, real de nosotros mismos, para poder ir conociendo cómo funcionamos.
Las personas que gozan de mayor salud emocional, son las que presentan una mayor capacidad para responder creativamente ante las circunstancias y situaciones más diversas. Este funcionamiento vital, creativo y espontáneo se apoya necesariamente en la confianza que tienen estas personas en sí mismas.
Seguridad y auto-apoyo que indica un amplio conocimiento de sí, y confianza en la vida, que es el bien más precioso y más preciado que todos compartimos.
Libertad es la capacidad de poder movernos emocional e intelectualmente, de poder dar respuestas espontáneamente creativas, de poder relacionarnos sin quedarnos apegados a determinados estados emocionales o a determinados pensamientos, más o menos fijos. Poder relacionarme en cualquier situación sin sentirme prisionero de mis prejuicios, sin ignorancia, sin apego y, una vez que ha pasado la situación, dejar pasar ese estado emocional, dejar pasar ese pensamiento y poder abrirme espontáneamente a otro tipo de relación. Moverme entre los estados emocionales sin que me quede atrapado en ninguno de ellos. Esa es, no toda, pero si el inicio de la verdadera libertad.
Si viviésemos así, no daríamos respuestas reactivas, no responderíamos siempre de una manera automática ante determinadas exigencias o ante determinadas manifestaciones del mundo externo, sino que responderíamos de una manera creativa, de una manera original, de una manera adecuada a cada una de las demandas que recibimos del mundo externo, nomecánicamente.
Juanjo Albert


